A MI COMPADRE(1). Malditos sean los aviones que se estrellan.
A MI COMPADRE.
Este relato atropellado absurdo sin sentido, sin preparacion ni pretension, tiene como simple objetivo el poder seguir hablando de forma unilateral, con la persona que por esas circunstancias no compartidas (de que cada uno tiene su destino predefinido), me ha dejado y no a mi solo, sin culpa suya, pero sin la posibilidad de seguir viviendo y compartiendo la para mi mas preciada de las oportunidades para conocerse, la llamada vida.
Como persona y como amigo, omito reconocerlo como hermano, porque decir "mi amigo"decir "mi compadre" decir "Jose Mari" equivale a decir la mas grande persona jamas conocida en toda su magnitud.
De tanto querer pasar inadvertido no logro su objetivo, marcando en nuestras vidas la imborrable huella de orgullo de haberle disfrutado en todo el tiempo que ha estado entre nosotros.
Maldigo a los aviones asesinos que permiten sesgar las vidas de gentes como mi compadre. Dicen que son por fallos humanos, es mentira podrida, son los aviones que como los humanos tambien existen los asesinos.
Tenia treinta y cinco años, toda la vida por delante. Me quedé sin la persona que mas conocia de mi forma de ser y pensar y yo de la suya. Me dejo involuntariamente en Enero del 1992.